Ley de atracción: Tu vida es
lo que has pensado, sentido y decidido a lo largo del camino. No es culpa de
nadie que no tengas trabajo, repruebes un examen, o tengas deudas. No seas
victima ni hables de vida injusta o mala suerte. Con un alma en paz
y el poder de la mente atraes casi todo lo que deseas.
Creas tu destino: Cambia tu
forma de pensar y ver la realidad, y tu vida también
cambiará. Eres dueño de tu destino. Tu responsabilidad es
definir lo que quieres para tu vida, mantener vivo ese pensamiento,
intensificar su energía con emociones y creer para ver, alineado con la
voluntad divina.
Los instrumentos más poderosos que tienes son tu espíritu y tu mente.
· Es mejor encender una luz que maldecir la oscuridad.
· Si lo intentas puedes fracasar, si no lo intentas ya fracasaste.
· No es la carga la que nos pesa, es el modo como la llevamos.